martes, 1 de septiembre de 2009

AEROPUERTO CHICLAYO

¿QUÉ PASA CON EL AEROPUERTO DE CHICLAYO?
* Es clausurado por no contar con certificado de seguridad.

Como si se tratara de un chiste. El Servicio de Administración Tributaria de Chiclayo, en coordinación con la Dirección Regional de Defensa Civil de Lambayeque, clausuró (el pasado Jueves 27), de manera provisional el aeropuerto José Quiñones Gonzáles, por carecer del certificado de seguridad que otorga la segunda institución mencionada.

José Incio Capuñay, jefe del Departamento de Licencias del Satch, informó que esta clausura es de forma transitoria por no contar con el certificado de seguridad de Defensa Civil y dijo que se ha dado un plazo de cinco días hábiles a la empresa concesionaria Aeropuertos del Perú (AdP) para subsanar las observaciones y proseguir con sus actividades.

Los vuelos programados continuaron con normalidad. “No podíamos ir en contra de los vuelos programados, ya que al detenerlos estaríamos perjudicando a las personas que utilizan este servicio; por lo tanto nosotros habíamos comunicado a Aeropuertos del Perú que la clausura era administrativa", explicó el funcionario.

AdP GARANTIZA OPERACIONES
Sin embargo, luego de conocida esta noticia, AdP garantizó la continuidad de las operaciones aéreas y manifestó su extrañeza por las declaraciones públicas que insisten en que el aeropuerto tiene restringidas las operaciones aéreas.

"Un aeropuerto es una infraestructura de servicio público y, como tal, tiene que ofrecer continuidad en la prestación de sus servicios. Nos sorprende que se haya desinformado a los usuarios, causando una alarma innecesaria", señaló Leonie Roca, gerente general de Aeropuertos del Perú (AdP).

Por otra parte, según manifestaron voceros de la empresa, el procedimiento seguido por el Servicio de Administración Tributaria no estaría conforme a las normas vigentes, que establecen de manera indubitable que la única autoridad competente para disponer el cierre de operaciones en un aeropuerto, es la Dirección General de Aeronáutica Civil.

¿QUÉ PASA ENTONCES?
Resulta poco serio que estos hechos ocurran en un país, que trabaja arduamente por incrementar el número de turistas que llegan a sus distintas ciudades y, más aún, que se proceda de esta forma en un aeropuerto que tiene categoría internacional y es el terminal alterno al gran aeropuerto de Lima.

¿Tiene AdP la suficiente experiencia y capacidad para administrar un aeropuerto como el de Chiclayo? ¿Tienen nuestras autoridades la suficiente capacidad para hacer respetar la categoría del primer terminal del norte? Ustedes pueden sacar sus propias conclusiones, pero desde este blog creemos que el aeropuerto de Chiclayo no está siendo administrado con la eficiencia que su importancia aerocomercial amerita.

Y, sobre eso, vamos a ser incisivos. Necesitamos una explicación categórica sobre lo sucedido con el terminal chiclayano y la información real de las mejoras y cambios que se realizan en él, pues a pesar de los datos que tenemos, nos queda la duda sobre su veracidad.
Recordemos que en Mayo del 2009, hace más de 3 meses cuando aún no ocurría este incoveniente, AdP anunció mejoras en el aeropuerto por un valor de 10 millones de soles. Y ahora, luego del bochornoso incidente, AdP vuelve a difundir la misma información, lo que hace suponer que hasta hoy no se han realizado los cambios anunciados y deseados.

¿Hasta cuándo vamos a esperar?
Con información de Agencia Andina y Aeronoticias.

Por César Ruiz.

3 comentarios:

Enrique Odar Rojas dijo...

Lo sucedido en el aeropuerto de Chiclayo es más que un chiste, es la acción más ridícula que se puede producir en el límite máximo de la incapacidad funcional.
El SATCH no puede cerrar un aeropuerto, puede emitir notificaciones, hacer cobranzas, coaccionar al contribuyente para que pague sus multas, pero nada más. Defensa Civil, cuyo representante máximo es el propio alcalde, podría hacerlo, mediante una acción conjunta con la fiscalía correspondiente, ante un inminente riesgo de peligro en la prestación del servicio público (vuelos aéreos). Podría incluso, el cuerpo de regidores, como Concejo Provincial, declarar en emergencia el aeropuerto y notificar a las instancias respectivas para el cierre inmediato. Nada de eso se hizo. Se hizo sí, lo que nuestros sabios abuelos decían, la peor chambonada de que se puede ser capaz. Dejar, ante el mundo entero, pues fue noticia de resonancia mundial, a las autoridades de Chiclayo como abanderados de la más supina ignorancia funcional y normativa, a no ser claro, que se hubiera pretendido dar más bien una manito a la empresa Aeropuertos del Perú. Y vaya que se logró. Esta empresa está siendo un pésimo trabajo en Chiclayo. En verdad no cuenta con el Certificado de Defensa Civil desde el año pasado. Lejos de ponerse en orden, envía una carta a la municipalidad en mayo pasado, más de 3 meses, diciendo que está trabajando en ello y que ya le avisará al municipio para que haga la inspección respectiva. En ese preciso momento la Municipalidad, a través de su secretaría general, debió remitir un documento increpando la actitud de la empresa y suspendiéndole la licencia o autorización municipal de funcionamiento temporalmente, hasta que las obras hayan culminado y el aeropuerto se encuentre en el adecuado nivel de operatividad, comunicando el hecho a la institución pertinente, aeronáutica civil. Paralelamente debió notificar a la empresa de la necesidad de establecer un compromiso especial, con carta fianza incluida, para salvaguardar la integridad de pasajeros y población aledaña. Bueno ya está. Conmino al señor alcalde a que reivindique la majestad del gobierno provincial y le ponga el pare, normativa y legalmente correcto, a tal empresa. Sería un acto digno, a no ser claro, que haya algún compromiso con alguien, que la población desconoce.
No puedo dejar de mencionar un hecho curioso. La gerente general de Aeropuertos del Perú, que ha recibido en concesión, correctamente o no, varios aeropuertos del norte, oriente y centro del país (13 en total), es la aguerrida representante del fujimorismo exitoso, señorita Leoni Roca, política corajuda, ex compañera de grandes lides de la acérrima fujimorista Marta Moyano, la que ahora pone el pecho y espalda a esta empresa del negocio aéreo y que, curiosa coincidencia, fuera presidenta ejecutiva de Ositran, la entidad que otorga, supervisa y hace el seguimiento, justamente a las concesiones de los aeropuertos. Cómo no va a saber del tema de concesiones aeroportuarias entonces. La señorita Roca fue quien se encontraba al frente de Ositran cuando se hizo la concesión del aeropuerto Jorge Chávez a LAP, la empresa que, a decir de varios, está beneficiándose demasiado e indebidamente con el transporte aéreo en el país.
Y pareciera que este tema está de moda, porque la no menos corajuda y admirable Lourdes Flores, se ha ofrecido a poner su propio pecho y espalda para defender, como presidenta del directorio, al señor “Cataño”, propietario de Peruvian Airlines, la naciente línea aérea que pretende competir con Lan (Chile) en el Perú y poder hacer uso del que pareciera terminal particular de Lan, es decir el aeropuerto Quiñones.

Anónimo dijo...

El aeropuerto de Chiclayo parece un terminal de buses. El terminal de Oltursa es mas bonito alucinaaaa

Anónimo dijo...

Tan lindo seria tener un aeropuerto grande, moderno y que tenga mangas de abordaje, tiendas de comida, ropa.

Pero parece que eso esta lejos de volverse realidad.... q pena.