sábado, 25 de abril de 2009

YA BASTA

¡CHICLAYO NO ES UN PANEL DE ANUNCIOS!
* Ciudad sumergida en papeles multicolores

Van en aumento. La popularidad de la cumbia, el folclore y las fiestas del pueblo se han incrementado gradualmente desde hace ya varios años y con ella, los atropellos a la propiedad privada y los espacios públicos.

Que existan shows y espectáculos dirigidos al público que gusta de esos géneros, no habría de incomodar a nadie. El entretenimiento sano es algo que deberíamos apoyar. Pero lo que no debemos permitir, ni apoyar jamás es la vulneración de los derechos ciudadanos en pos del entretenimiento del público.

El problema de este renacer de la cumbia y las fiestas populares, se centra fundamentalmente en su aparato de publicidad y sus estrambóticos afiches, paneles y otros tantos materiales propagandísticos, tan llenos de color (que resulta, en la mayoría de los casos, un atentado a la creatividad y al buen gusto) como de faltas ortográficas. Esos materiales llenan las paredes de las viviendas y los postes de la ciudad sin ninguna autorización y violando flagrantemente una ordenanza municipal que lo prohibe.

Pero este no es un asunto de ordenanzas, ni de ineptitud de autoridades. Esto se trata de ser ciudadanos.

Lo que comúnmente nos preguntamos al transitar por la ciudad es ¿qué hacen las autoridades?, pero acaso nos ponemos a pensar en qué hacemos nosotros???. Ahí radica el principal problema del desorden de una ciudad, en la indiferencia de sus pobladores, que piensan que los problemas que afectan a la comunidad los tienen que resolver un alcalde y su grupo de regidores. Eso no puede continuar!!

Nadie en sus cabales desea calles sucias, desordenadas o caóticas. Entonces, bajo esa perspectiva, la tarea de conservar limpia a una ciudad depende de sus pobladores, no sólo de sus autoridades. Por qué es tan difícil de entender?

Los organizadores de eventos y las imprentas deberían meditar un poco (no hace daño, en serio!!) sobre el grave daño que le hacen a la ciudad, cada que vez realizan un show público. Todos los días hay un evento de ese tipo y todos los días hay una nueva calle empapelada, causando un grave perjuicio visual, pero sobre todo económico. ¿Han pensado cuánto gastan los dueños de las viviendas en limpiar sus paredes o en cuánto gasta la autoridad municipal en limpiar los postes?. Ese dinero debería servir para el mantenimiento de parques y jardines!!

Como mencioné en un párrafo anterior, este no es un asunto de ordenanzas, porque no debemos acostumbrarnos a dejar de hacer las cosas, sólo porque alguien nos lo prohiba. Debemos empezar a diferenciar ya lo que es correcto para nuestra ciudad y guiarnos bajo esa premisa.

Proyectar la imagen de Chiclayo como una urbe moderna y responsable, es una tarea de cada hijo de esta tierra, por eso rechacemos a quienes van de calle en calle empapelando nuestras paredes, postes y cuanto espacio libre encuentren. No dejemos que esa indiferencia permisiva y perniciosa nos lleve a lamentar el ocaso de lo que alguna vez pudo ser nuestra ciudad: la mejor del norte.


¿Cuánto dinero se gasta sólo limpiando las paredes?

Por César Ruiz.

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