* Objetos hallados tienen figura de mítico fundador Naylamp.
El reciente descubrimiento de finas orejeras de oro, en las que expertos orfebres plasmaron con singular precisión la imagen del mítico Naylamp hace más de 800 años, fue la pieza clave para definir la identidad de un importante personaje sepultado en el complejo arqueológico Chotuna-Chornancap. Los expertos consideran que este sería uno de los descendientes directos del fundador de la cultura Lambayeque.
También señalan que actualmente se vive un segundo momento importante en la excavación de la tumba -el avance de esta etapa es de casi el 50%-. Eso debido a que se están descubriendo objetos que revelan la jerarquía y las funciones que este personaje habría tenido en vida. Entre estos elementos se observan orejeras, vasos de oro y plata, además de otros ornamentos que fueron utilizados por este noble en rituales, en los que también habría desempeñado las funciones de un sacerdote.
El primer momento relevante ocurrió hace algunas semanas en el mismo contexto funerario, cuando hallaron la típica máscara de ojos alados y un bastón ceremonial de oro de 20 centímetros, también con la representación de Naylamp.
El arqueólogo Fausto Saldaña asegura que también han aparecido pectorales de diversas formas, dentro de los que destaca uno con forma de plumas hecho de plata y cobre dorado. El experto señala que esto tiene una relación muy estrecha con la leyenda de Naylamp, en la que, durante su entierro, el personaje se transforma en una deidad a la que le aparecen alas y luego se dirige al cielo.
El responsable del proyecto arqueológico Chotuna-Chornancap, Carlos Wester La Torre, explica que el personaje de la tumba de élite sería uno de los descendientes del fundador de la cultura Lambayeque porque está sepultado en un escenario similar al que se narra en la leyenda de Naylamp. Asimismo, cree que los elementos que aparecen en la tumba hacen alusión a una temática muy bien establecida, como es la deidad principal de Naylamp.
Wester no afirma que todos los hechos descritos en la leyenda hayan ocurrido en realidad, pero, ciertamente, sí indica que los datos relacionados con el personaje de esta tumba encajan con la narración. Así, estima que el personaje de la tumba podría ser uno de los nietos de Naylamp, es decir, uno de los nueve hijos de Cium, primogénito de este.
La leyenda según Cabello de Balboa
De acuerdo con el cronista Miguel Cabello de Balboa, quien recogió un relato oral el año 1586, en tiempos muy remotos, llegó a las costas de Lambayeque una flota de barcas. Estas eran comandadas por un hombre excepcional llamado Naylamp. Él iba con su esposa Ceterni y una gran cantidad de oficiales y sirvientes.
La flota desembarcó a la entrada del río Faquisllanga, llamado más tarde Lambayeque. La comitiva penetró media legua y se asentó donde hoy es el distrito de San José, en el que se ubica el complejo arqueológico Chotuna-Chornancap. Construyeron palacios y un templo llamado Chot.
Naylamp y su gente vivieron en paz durante muchos años. Tras morir, fue enterrado secretamente por sus mismos parientes en el palacio. Para conservar su autoridad sobre el pueblo y reforzar su origen divino, ellos dijeron que a Naylamp le habían salido alas y que había volado hacia el cielo.
Al desaparecer Naylamp, el gobierno quedó al mando de su hijo mayor Cium, quien se casó con Zolzoloñi. Este gobernó muchos años y tuvo 9 hijos varones con su esposa legítima. Cada uno de ellos fue jefe de una tribu.
Próximo a fallecer, Cium trató de mantener la teoría de inmortalidad de su padre, para lo cual se metió en una cueva subterránea y se dejó morir. Luego, los lambayecanos fueron conquistados por el Chimu-Capac del reino Gran Chimú.
Fuente: Wilfredo Sandoval - El Comercio.
El reciente descubrimiento de finas orejeras de oro, en las que expertos orfebres plasmaron con singular precisión la imagen del mítico Naylamp hace más de 800 años, fue la pieza clave para definir la identidad de un importante personaje sepultado en el complejo arqueológico Chotuna-Chornancap. Los expertos consideran que este sería uno de los descendientes directos del fundador de la cultura Lambayeque.
También señalan que actualmente se vive un segundo momento importante en la excavación de la tumba -el avance de esta etapa es de casi el 50%-. Eso debido a que se están descubriendo objetos que revelan la jerarquía y las funciones que este personaje habría tenido en vida. Entre estos elementos se observan orejeras, vasos de oro y plata, además de otros ornamentos que fueron utilizados por este noble en rituales, en los que también habría desempeñado las funciones de un sacerdote.
El primer momento relevante ocurrió hace algunas semanas en el mismo contexto funerario, cuando hallaron la típica máscara de ojos alados y un bastón ceremonial de oro de 20 centímetros, también con la representación de Naylamp.
El arqueólogo Fausto Saldaña asegura que también han aparecido pectorales de diversas formas, dentro de los que destaca uno con forma de plumas hecho de plata y cobre dorado. El experto señala que esto tiene una relación muy estrecha con la leyenda de Naylamp, en la que, durante su entierro, el personaje se transforma en una deidad a la que le aparecen alas y luego se dirige al cielo.
El responsable del proyecto arqueológico Chotuna-Chornancap, Carlos Wester La Torre, explica que el personaje de la tumba de élite sería uno de los descendientes del fundador de la cultura Lambayeque porque está sepultado en un escenario similar al que se narra en la leyenda de Naylamp. Asimismo, cree que los elementos que aparecen en la tumba hacen alusión a una temática muy bien establecida, como es la deidad principal de Naylamp.
Wester no afirma que todos los hechos descritos en la leyenda hayan ocurrido en realidad, pero, ciertamente, sí indica que los datos relacionados con el personaje de esta tumba encajan con la narración. Así, estima que el personaje de la tumba podría ser uno de los nietos de Naylamp, es decir, uno de los nueve hijos de Cium, primogénito de este.
La leyenda según Cabello de Balboa
De acuerdo con el cronista Miguel Cabello de Balboa, quien recogió un relato oral el año 1586, en tiempos muy remotos, llegó a las costas de Lambayeque una flota de barcas. Estas eran comandadas por un hombre excepcional llamado Naylamp. Él iba con su esposa Ceterni y una gran cantidad de oficiales y sirvientes.
La flota desembarcó a la entrada del río Faquisllanga, llamado más tarde Lambayeque. La comitiva penetró media legua y se asentó donde hoy es el distrito de San José, en el que se ubica el complejo arqueológico Chotuna-Chornancap. Construyeron palacios y un templo llamado Chot.
Naylamp y su gente vivieron en paz durante muchos años. Tras morir, fue enterrado secretamente por sus mismos parientes en el palacio. Para conservar su autoridad sobre el pueblo y reforzar su origen divino, ellos dijeron que a Naylamp le habían salido alas y que había volado hacia el cielo.
Al desaparecer Naylamp, el gobierno quedó al mando de su hijo mayor Cium, quien se casó con Zolzoloñi. Este gobernó muchos años y tuvo 9 hijos varones con su esposa legítima. Cada uno de ellos fue jefe de una tribu.
Próximo a fallecer, Cium trató de mantener la teoría de inmortalidad de su padre, para lo cual se metió en una cueva subterránea y se dejó morir. Luego, los lambayecanos fueron conquistados por el Chimu-Capac del reino Gran Chimú.
Fuente: Wilfredo Sandoval - El Comercio.
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